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Análisis

Estados Unidos y América Latina.

Artículo publicado en El Diario Financiero de Chile el 3-05-2005
Brasil, Chile, Colombia y El Salvador, definidos por la administración de George W. Bush como aliados centrales, fueron cuidadosamente seleccionados para esta visita realizada por la secretaria de Estado Condoleezza Rice para abordar los siguientes temas estratégicos: revertir la sensación de abandono por parte de EE.UU. a la región, insertar en el segundo mandato de Bush a América Latina, estrechar lazos y crear puentes para evitar una polarización norte-sur. Y vino a Chile a participar en la III Cumbre de la Comunidad de Democracias, que contó con una nutrida asistencia de altos funcionarios de Estado, ministros de Relaciones Exteriores, organismos internacionales, ONG, donde se habló básicamente del fortalecimiento democrático. Congregados bajo el lema “Cooperando para la Democracia”, los asistentes a la III Conferencia Ministerial de la Comunidad de Democracias analizaron mecanismos para incrementar la cooperación regional e interregional en materia de fortalecimiento democrático. Se debatió a fondo sobre sociedad civil y gobernabilidad democrática, pobreza, desarrollo, cooperación, derechos humanos y las amenazas a la democracia. En lo medular, la gira de Condoleezza Rice apuntó a conectar Estados Unidos con esta región. Pudo apreciar de primera mano -en las reuniones con los presidentes que visitó- un estado de situación sobre lo que ocurre. Rice tiene una particular condición, que es muy atingente reparar en ella. Tiene un vínculo directo con el presidente Bush. Se lleva de muy buena forma con el vicepresidente Dick Cheeney y entiende las premisas que marcan a Donald Runsfeld. Lo que quiero enfatizar es que ella hace parte del círculo íntimo de Bush. Su voz es escuchada. No tiene en la mitad eslabones que traben su trabajo. Por el contrario, su accionar es un claro reflejo de lo que piensa el presidente Bush. Con todos estos elementos, al llegar a Washington a informar sobre el resultado de su viaje, la III Cumbre y las reuniones bilaterales que sostuvo, le podrá recalcar el hecho que hay una percepción de abandono y lejanía en los primeros cuatro años de la administración republicana y que les resulta imperativo retomar el hilo conector de las relaciones regionales. Ello justamente cuando se está viviendo uno de los momentos más críticos, con efervescencias populares, pérdidas de imagen de los gobiernos, irrupción de nuevos movimientos sociales que desplazan los partidos políticos tradicionales. La Casa Blanca debe con urgencia elaborar las políticas hacia la región. Rice debió apuntar en su bitácora que no basta impetrar las palabra democracia, estabilidad, gobernabilidad, unidad. Lo que se requiere con prontitud es otorgarle las herramientas del liderazgo a la OEA y trabajar con José Miguel Insulza- quien será ratificado hoy como secretario general del organismo- en estos grandes desafíos para que sea el foro que junto a lo anterior proyecte la integración real y verdadera, que es una de las tareas pendientes que tenemos.

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