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Análisis

Crónicas del Lejano Oriente: Japón lucha contra la deflación... Por Libardo Buitrago

Escrito desde Tokio, Japón, el 25-05-2005
Luego de 28 horas entre vuelos y una parada en Auckland, la capital de Nueva Zelanda, parte de la delegación que recorrerá Corea del Sur, Japón y China, llegó a Tokio. Esta es la tercera ruta de conexión de nuestro país con Asia. Habitualmente se empleaban los caminos por Los Angeles -Estados Unidos- y la alternativa de cualquiera de las capitales europeas. En mi segunda visita a Japón, la ruta novedosa fue emprender vuelo por el sur y, a decir verdad, tengo la impresión que será una buena posibilidad de llegar quizás con un poco de menos horas en el cuerpo. No estoy tratando de hacer un ejercicio matemático, sobre horas de vuelo versus acomodo horario, sino intentado reflejar como las vías entre América del Sur y Asia se van ajustando a una creciente demanda bi direccional de pasajeros. Compartí vuelo con el ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, que arrastra un resfrió porfiado, del que dice está de salida. Por las horas del vuelo Santiago-Auckland realizado de noche, sólo hablamos generalidades y dejamos el fondo para más adelante. En el aeropuerto de Auckland, Eyzaguirre se fijó donde estaba la sala de negocios y sin dudarlo se instaló frente a un computador y se puso a leer la edición Internet de los diarios nacionales. Dos horas calculé le tomó esa lectura. Muy serio y con un rostro severo intercambiamos un breve comentario sobre la tragedia de nuestros soldados en el sur del país. Nos aferramos a la lejana pero probable esperanza que aparecieran con vida. Visto desde distancia el dolor aumenta y con la boca amarga pensando en ellos, sus familias, en el Ejército de Chile, abordamos el avión para el siguiente paso: Auckland-Tokio. No hice preguntas, ni busqué instintivamente tratar algunos de los temas de los cuerpos de reportajes, y dejé que el silencio nos representara, con la mirada en el piso, a la ventana del avión, intentando trasladar a sus familiares la profunda congoja que nos acompaña y embarga por tan luctuoso episodio. Ya en Tokio, en el aeropuerto Narita nos esperaba el embajador Daniel Carvallo, quién lleva 8 meses a cargo de la misión. En mi anterior viaje, y como narré en mis crónicas de entonces, fuimos a visitar al primer ministro Junichiro Kuizomi, antes que viniera a la Cumbre APEC y a la visita oficial que realizó. Este viaje se entiende en una dinámica de impulsar el comercio, el intercambio y el fortalecimiento de los lazos que se abrieron con Asia, y para ello, empresarios y ministros del gobierno del presidente Lagos han previsto esta importante gira, que nos muestra en un notable trabajo: Estado-sector privado, para aumentar los actuales niveles de integración con la zona de mayor dinamismo en su crecimiento como lo es Asia. En el lobby del Hotel Imperial nos encontramos con las 25 mujeres empresarias que hacen parte de la misión que durante el día lunes y martes tuvieron intensas reuniones de negocios, conocimiento de la cultura local, y prospección de actividades comerciales. Ha sido una de las sorpresas que se han llevado los empresarios japoneses de recibir a nuestras empresarias. Y con una alegría y entusiasmo que contagia estaban muy contentas por los avances que ha han alcanzado. La semana ha comenzado en Japón con el impulso que desde el pasado viernes trata de dar el Banco de Japón – para los efectos el Banco Central, cuya institución decidió mantener sin cambios su extrema laxa política monetaria, con interese cercanos a cero, pero matizó que permitirá si la “demanda de liquidez es excepcionalmente débil”, que la cantidad de dinero que los bancos pueden tener en sus reservas caiga temporalmente por debajo del límite establecido, en un nuevo intento por estimular el consumo interno y contribuir a poner fin a la deflación, que está frenando el crecimiento económico del Japón desde hace siete años. Con el fin de superar la deflación, el Banco de Japón desde el mes de marzo de 2001 está siguiendo una política monetaria por medio de la cual inyecta liquidez al mercado jugando con el saldo de las cuentas corrientes que las instituciones comerciales y financieras tienen en él. Para seguir con esta línea, en su reunión mensual, el Comité de Política Monetaria de la entidad central de la segunda economía del mundo y la primera de la región asiática, mantuvo su objetivo de saldo de los fondos depositados por las entidades financieras privadas en el Banco de Japón en una banda de fluctuación que va de 30 billones de yenes a 35 billones de yenes (de US$ 272.500 millones a US$ 329.750 millones). ¿Cómo opera el mecanismo aquí en Japón? El Banco Central -o de Japón- compra o adquiere a través de préstamos la deuda de los bancos comerciales a los que les paga mediante la transferencia de dinero a esas cuentas especiales. Sin embargo, lo que llamó la atención fue el hecho en que ésta es la primera vez en cuatro años que el Comité de Política Monetaria apunta que puede tolerar que el saldo de esas cuentas corrientes sea inferior al límite establecido y la tercera vez que no logra aprobar una decisión por unanimidad, como era habitual hasta poco tiempo. Ahora sólo se hace aplicando la mayoría de votos a su interior. Conversando con especialistas locales, uno deduce que el Banco de Japón ha comenzado a pensar en adoptar una posición más neutral ahora que el sistema financiero se ha estabilizado, tras sufrir desde principios del año crecientes problemas para mantener la liquidez en el sistema financiero dentro de su banda de fluctuación, debido a una menor demanda de dinero por las instituciones financieras comerciales. Lo que se aprecia es una clara indicación del instituto emisor nipón a llevar mayor liquidez al mercado monetario hasta que los indicadores de consumo comiencen a reflejar positivamente el impacto de esta política. La inyección sistemática tiene como norte buscar un consumo interno sostenido, y de esta manera alcanzar el eslabón siguiente, que es con una respuesta desde el consumo. Lo evidente que ven las autoridades monetarias japonesas es el horizonte de dejar atrás la deflación, sin importar que ello signifique una ligera inflación. En este modelo es que están trabajando los nueve integrantes del Comité de Política Monetaria. Además les preocupa que sean vistos por el mercado como enviando señales de restricción al acceso al crédito por parte de los bancos locales, en los precisos momentos en que la economía intenta sacar cabeza luego de la ligera recesión que experimentó en el segundo y tercer trimestre del año pasado. Del lado del consumidor se espera que sea más proactivo y contribuya a mover el motor del consumo. Pese a la existencia de masa de dinero para créditos, la tendencia de opción por aumentar el ahorro de las personas crece y esto es lo que no deja a nuestro entender que los recursos se vayan directamente a la variable consumo y quede en las cuentas de ahorros. Sin embargo, las cifras del ahorro que sobre pasan los 1.400 billones de yenes versus los 700 billones del déficit hacen suponer que estas medidas en lugar de incentivar- como se quiere el consumo- seguirán empujando el ahorro de los japoneses. Por lo tanto, no es un problema que los bancos tengan mayor disponibilidad de colocar créditos. El asunto de fondo es cómo dinamizar la demanda interna. A lo menos desde la autoridad monetaria se dan y se mantienen las señales, para luchar contra la deflación. Ahora, el balón queda en mano de los consumidores para darle el empujón que tanto anhelan impacte y haga rebotar hacia arriba a la economía.

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