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Análisis

Crónica de viaje... en el corazón de la Cumbre

Diario Financiero 13 - 05 - 2004

Mayor fue mi sorpresa cuando fui invitado a estar detrás de la silla del presidente de la Conferencia de los países fronterizos de Irak. Ni en mis tiempos de diplomático, había quedado en una tan privilegiada ubicación. A menos de un metro de la mesa ovalada, observando cada gesto y rasgo de los titulares de los congresos de Arabia Saudita, Bahrain, Egipto, Turquía, Siria, Jordania –el anfitrión-, el representante de las Naciones Unidas, el delegado del Consejo Europeo, el presidente de los Parlamentos Árabes y el presidente de la Unión Interparlamentaria Mundial.
Abierta la sesión con un verso del Corán, uno a uno de los congresistas hizo su discurso, desde la óptica en que perciben la situación de Irak. Sin citas a los clásicos, ni un lenguaje adornado, fueron directo a la medula del problema que los convocaba: Irak. La riqueza de la discusión posterior, en la segunda sesión, permitió realizar un mapa de lo que más les preocupa a las naciones presentes en la Cumbre: la seguridad, el futuro, la reconstrucción y la estabilidad de la región. Sobre esos ejes gravitó la ronda de exposiciones.
El concepto de seguridad, lo aprecian como un valor que se ha perdido, luego de un año del derrocamiento del poder de Saddam Hussein. La idea de una guerra rápida con una formula de transición inmediata, no estuvo sobre el tapete, evidenciando que se tenía una línea maestra para la guerra, y algunas ideas para la paz. Sin mencionarlo, se deduce que Washington, en su apuro de ir por Saddam, hizo lo del elefante en la cristalería. El desplome de toda la institucionalidad, más el abrupto descabezamiento de las Fuerzas Armadas y los sistemas de seguridad, que legaron a sumar en pleno régimen de Hussein, cerca de 500.000, dejó una mano de obra desocupada.
Con buena información desplegada en las intervenciones, se produjo de forma natural la primera coincidencia, el actual estado de degradación interna, que afecta al iraquí común y corriente, imposibilita labores policiales para las que no están preparadas las tropas llevadas a una guerra. El futuro lo ven ligado a una participación de las Naciones Unidas, como catalizador de la legalidad que habrá de tener Irak. Sin este elemento, será muy trabajoso armonizar tanto interna como externamente un escenario que pinta mas para sobresaltos, enfrentamientos, venganzas, revanchas, que la idea de construir un país de todos, para todos y por todos.
La reconstrucción la tratan no sólo en volver a levantar los oleoductos dañados en la guerra, las carreteras, los edificios, las escuelas, los hospitales, sino en dimensionar qué ocurrió con el tesoro de la humanidad que estaba fundido en la milenaria cultura de esta nación de la Mesopotamia. La pérdida cultural es otro activo que podría dejar de tener Irak, y presumen que muchas de sus clásicas obras, se hayan destruido en el conflicto y otras por simple rapacidad. Igualmente, está asociado a este principio el reconocimiento de la inmensa riqueza que está en el petróleo y el agua, sobre todo este último líquido, que generosamente es regado por el Eufrates y el Tigris.
En lo relacionado a la estabilidad, en donde más que certezas, surgieron dudas. Al no tener respuestas, se plantearon preguntas en voz alta, porque cuidadosamente no quisieron aparecer tronchando uno de los pilares del Derecho Internacional, la no ingerencia en los asuntos internos de otros Estados, y alguno dejó expreso reconocimiento de la falta de iraquíes en la Cumbre. ¿Qué columna sostiene el Irak del futuro inmediato? Ahí estuvo la pregunta a la que se llegó por distintas vías. ¿El diseño de un Consejo Provisional, designado por la cercanía de sus miembros a los países de la coalición es suficiente requisito para gobernar? ¿Tiene dicho Consejo, la fuerza de la legitimidad para nombrar ministros de estado, constituir un poder judicial y uno legislativo? Las respuestas que se aventuraron, no tenían lo esencial de la lógica política, toda fuente de gobernabilidad de los pueblos, parte de ellos mismos. El punto es cómo convocarlos, bajo qué instrumento y si primero es un instrumento de transición donde sí tiene sentido un Consejo, Comité o como se quiera llamar, pero sólo sobre la base que su trabajo es el de preparar y allanar el camino para un proceso realmente democrático, con partidos políticos, que representen la voluntad popular en todas sus tonalidades. Quizás en la discusión final del borrador de la Declaración se puedan hallar esas respuestas que hoy no se encontraron. La gracia que tendrá el documento, es que irá a las Naciones Unidas y a cada uno de los países que integran tanto la Liga Árabe, como la Unión Interparlamentaria Mundial, para empujar las conclusiones a las que se arribe. Y separo el hecho, de los países miembros de la Liga Árabe, porque Turquía e Irán evidentemente no la integran, pero están marcadas en su destino con el futuro que tenga Irak.
En cuanto a la figura de Saddam Hussein, su nombre fue solamente mencionado, para recordar el sometimiento a su pueblo, las guerras que libró y un llamado a que sea presentado ante un tribunal para que responda por sus “crímenes”. Lo deben acompañar, dijeron, quienes fueron sus leales colaboradores. La Conferencia, llega en un momento especial, donde se está jugando una complicada partida de ajedrez. A las milicias sunitas y chiítas que rechazan la presencia de las tropas de ocupación, como ahora llaman a los soldados de la coalición, se han sumado como una tercera fuerza, grupos radicales islámicos, con un propósito, descarrilar en lo posible el traspaso del poder del próximo 30 de junio, de modo de tener sumido en el caos a Irak. Y si a ello se le suma el mensaje del líder de Al Qaeda, este resulta clarificador para comprender hacia donde van.
La ocupación proporciona una inestimable oportunidad para transformar un conflicto de baja intensidad en una guerra total, que aspira a cambiar conjuntamente Irak y la región. El país del Eufrates y el Tigris, que nada en petróleo, proporciona por su situación, su composición y su extensión una oportunidad de difusión que no han dado las montañas de Afganistán. Por esto, el mensaje llama a avivar el fuego iraquí y a los jóvenes musulmanes a que se sumen en este objetivo. Golpear, por parte de Al Qaeda es más simple que en Afganistán por ejemplo. Las tropas de la coalición tienen allí su ejército, cuarteles, cárceles y abusos. La oportunidad del choque es factible y el escenario de las operaciones suicidas está abierto. Se busca una guerra larga, no sólo debilitar al ejército de ocupación y desgastarlo. Para ello, intentan aumentar el descontento en el mundo árabe.
Si este diagnóstico es acertado lo oportuno es llevar lo más pronto posible a las Naciones Unidas, un mapa que destrabe la caótica situación que hoy vive Irak, y desde esta premisa conferencias, cumbres y aportes, sobre en el caso que nos ocupa de los países limítrofes deben ser escuchadas, porque algo de conocimiento de la región tienen.

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