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Análisis

Nueva York para Bush

Diario Financiero 30 - 08 - 2004

El Partido Republicano iniciará hoy la Convención que proclamará la candidatura de George W. Bush para buscar la reelección presidencial. Nueva York, uno de los bastiones demócratas, fue elegida como la ciudad para lanzar la fórmula presidencial con tres objetivos: primero, la confianza de penetrar en el corazón de sus adversarios políticos para captar votos; segundo, lanzar en la ciudad que sufrió los brutales atentados – 11-09-2001- contra las torres gemelas, la idea fuerza de seguir representando la mejor opción para combatir el terrorismo y dar seguridad a EE.UU.; y tercero, golpear al senador John F.
Kerry en los puntos débiles para entrar en tierra derecha en la última etapa de la contienda que el 2 de noviembre zanjará el nombre del próximo presidente. El primer golpe para los demócratas ya lo prepararon. El influyente senador Zell Miller, quien en 1992 se encargó de presentar oficialmente la candidatura del entonces poco conocido gobernador de Arkansas, Bill Clinton, atravesó la vereda y sin renunciar a su partido, se sumó a la reelección de Bush. Que un senador demócrata abra fuegos y elogie a Bush, busca causar desconcierto en las filas de Kerry. Seguramente, los ataques más duros vendrán de él. Primera movida de una pieza del ajedrez que tiene la política estadounidense.
El clímax de la Convención tendrá lugar el jueves, cuando Bush tome la palabra y acepte de forma oficial la nominación de su partido para la elección presidencial. Antes de eso el presidente viajará a ocho estados, entre ellos los más disputados para la elección de noviembre, según la apreciación que tiene el equipo estratégico que lo asesora en su campaña. Bush llega acosado por la necesidad de repuntar en las encuestas. Deberá decir cuál es el camino de salida de Irak. Se espera su mensaje sobre la economía y, por supuesto, los duros golpes que le dará a Kerry a quién no le reconoce la calidad de liderazgo para conducir la nación.
Pero los temas grandes que deben ser los ejes de la campaña no están presentes. Por ejemplo, los atentados del 11 de septiembre de 2001 trizaron el concepto de la seguridad permanente, un bien muy apreciado por el ciudadano. El elector espera poder concluir cuál es el mejor líder para enfrentar los desafíos presentes que vive la nación. Bush y Kerry siguen pensando que la economía es el primer elemento que tiene en cuenta un ciudadano al momento de votar.
Puede ser así; sin embargo, la primera barrera que deben conquistar es que el sistema electoral no vuelva a brindar el deplorable espectáculo que se dio en Florida, donde no fue el voto, sino la decisión de la Corte Suprema y el pronunciamiento de Al Gore lo que determinó quien había ganado las elecciones. ¿Habrán arreglado las máquinas? ¿Qué se corrigió del bochornoso proceso de 2000? Antes de conocer las respuestas tendremos la segunda Convención, donde Bush saldrá fortalecido, luego seguramente de “intentar triturar” y mostrar que él es el líder que buscan los electores.

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