Gerhard Schröder: sale a contarse
Artículo escrito en la sección Panorama Internacional del Diario Financiero. 4.07.2005.
El jefe del gobierno alemán ha dado un paso lleno de una maniobra política al solicitar autodisolver al Congreso, de despejar la vía para convocar a elecciones anticipadas, lo más probable para septiembre, siempre y cuando el presidente Horst Koehler y el Tribunal Constitucional no se opongan al hecho del pasado viernes. Schröder salta a la arena pública y se somete al escrutinio del electorado, en un intento de recobrar la confianza popular que le facilite obtener la legitimidad necesaria para continuar con su plan de reformas tras la derrota socialdemócrata en las elecciones de Renania del Norte-Westfalia, hasta ahora un bastión de su partido. Este precedente abrió una brecha al interior de las líneas partidistas del canciller alemán, con voces que le atribuyeron la responsabilidad del revés electoral, y a su vez, sumó un malestar en su aliado el Partido de los Verdes. El escenario político alemán promete unas elecciones muy reñidas. Schröder se presenta con la pesada carga de tres elementos muy duros a sus espaldas: el primero de ellos, el malestar por las reformas al sistema de la seguridad social, la salud y la educación. En este punto, intentará defenderse diciendo que para el futuro económico de la nación era imposible continuar con el estado del bienestar social que hoy añoran los alemanes, y en particular por la pesada carga económica que significaba los jubilados. El hecho que se tenga que pagar por la atención de salud y el acceso a las universidades han aumentado el descontento en algunos sectores. Para ello, responderá en los emplazamientos que se le hagan, eran medidas inevitables. El segundo elemento, está en el alto índice de desempleo que pasó la barrera de los cinco millones de desocupados. Siendo aún Alemania una potencia económica, esta cifra es un fardo pesado que se le atribuye a su gestión. Y el tercer aspecto a considerar es la fortaleza que construyó su contrincante Angela Merkel. En los tres componentes que hemos mencionado antes, se encuentran las claves por las cuales se podrá dilucidar la contienda electoral. Angela Merkel, que en su momento fue llamada la niña prodigio, con una ascendente carrera política ha sido diputada y ministra de Estado, cuando Helmut Khol la descubrió y la llevó a manejar los asuntos de la mujer. Merkel que lidera la oposición, logró darle a su partido la Unión Cristiana Demócrata CDU, la expectativa que pueden llegar de nuevo al poder. Le saldrá a disputarle los votos a Schröder, el carismático líder del gobierno, que maneja a la perfección las claves para sacar el mejor provecho en sus apariciones en los medios de comunicación. Para ello, Markel propondrá una Agenda por el Trabajo como alternativa a la llamada Agenda 2010, el plan de reformas sociales del gobierno socialdemócrata-verde.
El jefe del gobierno alemán ha dado un paso lleno de una maniobra política al solicitar autodisolver al Congreso, de despejar la vía para convocar a elecciones anticipadas, lo más probable para septiembre, siempre y cuando el presidente Horst Koehler y el Tribunal Constitucional no se opongan al hecho del pasado viernes. Schröder salta a la arena pública y se somete al escrutinio del electorado, en un intento de recobrar la confianza popular que le facilite obtener la legitimidad necesaria para continuar con su plan de reformas tras la derrota socialdemócrata en las elecciones de Renania del Norte-Westfalia, hasta ahora un bastión de su partido. Este precedente abrió una brecha al interior de las líneas partidistas del canciller alemán, con voces que le atribuyeron la responsabilidad del revés electoral, y a su vez, sumó un malestar en su aliado el Partido de los Verdes. El escenario político alemán promete unas elecciones muy reñidas. Schröder se presenta con la pesada carga de tres elementos muy duros a sus espaldas: el primero de ellos, el malestar por las reformas al sistema de la seguridad social, la salud y la educación. En este punto, intentará defenderse diciendo que para el futuro económico de la nación era imposible continuar con el estado del bienestar social que hoy añoran los alemanes, y en particular por la pesada carga económica que significaba los jubilados. El hecho que se tenga que pagar por la atención de salud y el acceso a las universidades han aumentado el descontento en algunos sectores. Para ello, responderá en los emplazamientos que se le hagan, eran medidas inevitables. El segundo elemento, está en el alto índice de desempleo que pasó la barrera de los cinco millones de desocupados. Siendo aún Alemania una potencia económica, esta cifra es un fardo pesado que se le atribuye a su gestión. Y el tercer aspecto a considerar es la fortaleza que construyó su contrincante Angela Merkel. En los tres componentes que hemos mencionado antes, se encuentran las claves por las cuales se podrá dilucidar la contienda electoral. Angela Merkel, que en su momento fue llamada la niña prodigio, con una ascendente carrera política ha sido diputada y ministra de Estado, cuando Helmut Khol la descubrió y la llevó a manejar los asuntos de la mujer. Merkel que lidera la oposición, logró darle a su partido la Unión Cristiana Demócrata CDU, la expectativa que pueden llegar de nuevo al poder. Le saldrá a disputarle los votos a Schröder, el carismático líder del gobierno, que maneja a la perfección las claves para sacar el mejor provecho en sus apariciones en los medios de comunicación. Para ello, Markel propondrá una Agenda por el Trabajo como alternativa a la llamada Agenda 2010, el plan de reformas sociales del gobierno socialdemócrata-verde.
0 comentarios